1,2,3 y de pronto 20 dientecitos
Mi bebé tiene las mejillas enrojecidas, babea mucho y está un poco gruñón. Creo que le deben estar saliendo los primeros dientecitos. No me vendrían mal algunos consejos para aliviarlo y cuidar su futura sonrisa. El ámbar es una resina fosilizada con propiedades calmantes y analgésicas. Se producen collares especiales para que los bebés los lleven desde que aparezcan los primeros dientes. Su eficacia para aliviar el dolor dental de los bebés no ha sido demostrada científicamente, pero para algunas mamás no hay nada mejor. ¿Y si lo pruebas?
Cuando los dientes empiezan a salir, puede ser doloroso. La mucosa de la encía se hincha y se rompe para que salga el dientecito. ¡No siempre es plato de buen gusto! Durante ese periodo, a los bebés afortunados "solo" se le enrojecen las mejillas. Otros sufren más. Aquí tienes, por suerte, unos trucos para calmar el dolor. De paso te recordamos algunas buenas prácticas para cuidar los dientecitos del niño.
¿Cuándo le saldrán sus primeros dientecitos?
El primer diente aparece normalmente entre los 6 y los 12 meses, por lo general en el centro de la encía inferior, pero no existe ninguna regla al respecto. A algunos bebés se les empieza a ver los piquitos de los dientes antes de los 6 meses (incluso existen casos excepcionales de bebés que nacen con dientes), mientras que a otros no les saldrán antes de los 12 o los 18 meses.
Después, el crecimiento dental sigue por lo general un orden predeterminado: en primer lugar los incisivos, después los molares (con 1 año aproximadamente), los caninos (alrededor de los 2 años) y al final los últimos molares (a los 3 años aproximadamente). Tienes que saber que el ritmo de crecimiento de los dientes es diferente en cada niño. No te preocupes porque tu bebé lleve tres meses de retraso con respecto a su primo de la misma edad; el crecimiento de los dientes no tiene nada que ver con el desarrollo.
Crónica de un crecimiento anunciado
El crecimiento de los dientes va acompañado a menudo de pequeñas molestias. Si el bebé babea mucho, se queja, se mete con frecuencia la mano en la boca o cualquier otro objeto que esté a su alcance, sin duda es que le está saliendo un diente.
Algunas mamás observan también otros síntomas como boca irritada, heces blandas e irritación del ano. Dichos signos se deben a la mayor salivación, que afecta la digestión y la composición de las heces. Esos inconvenientes son benignos y, por lo general, no duran más de 48 horas.
Soluciones para aliviar al bebé
¿El bebé sufre y buscas un remedio eficaz? Pide consejos a tu pediatra, aunque debes saber que existen varios métodos para aliviarlo. Intenta averiguar cuál será más adecuado para tu bebé:
- Pasa suavemente tu dedo limpio por las encías del bebé. Los masajes alivian el dolor.
- Utilizar un gel calmante especial para los primeros dientes. Esos productos se venden en farmacias.
- Dale al bebé un anillo de dentición que pueda mordisquear a su gusto. Elije mejor un modelo de plástico blando o un anillo refrigerante.
- No olvides mimarlo con besos y palabras tranquilizadoras. Eso también ayuda a combatir el dolor.
Consejos para que consiga una sonrisa de cine
Una vez que los dientes de leche han salido, es necesario brindarles cuidados. Los pequeñines también pueden tener caries y si ese problema no se trata, puede frenar el crecimiento de los dientes definitivos y debilitarlos. Para evitar eso adopta buenas prácticas lo antes posible.
- Evita darle caramelos y demasiados productos con azúcar. Desde hace unos años se recomienda lavar los dientes del bebé desde que salen con un cepillo de dientes y un dentífrico especiales para los pequeñitos. Si tienes dudas al respecto, consulta con tu pediatra.
- A partir de 1 o 2 años es preciso empezar el ritual del cepillado de dientes por la noche o, mejor, después de cada comida. Elige un cepillo de dientes y un dentífrico apropiados para su edad, y comprueba que se enjuague bien la boca después del cepillado.
Por lo que se refiere a la primera visita al dentista, prográmala para cuando tenga entre 2 y 3 años. El dentista hará un simple control de los dientes y las encías, y les recordará las reglas básicas de higiene alimentaria y de cepillado. También será ocasión para que el niño conozca a su dentista en una situación libre de dolor y estrés. Recuerda que irá a verlo con regularidad mientras sea pequeño y, por lo tanto, es mejor que su primer encuentro sea agradable.
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