Libros para tu bebé
Al echar un vistazo a la sección de libros para niños en una librería, todo padre se queda sorprendido. Hay millones de libros para los pequeños. Entre una encantadora historia de hadas y un libro educativo sobre formas y colores, ¿cuál elegir y por qué?
Los bebés adoran los libros, aunque todavía no puedan entender las historias y sus significados. Los colores, materiales y sonidos son sus vías de entrada a un universo maravilloso, lleno de emociones y sensaciones. Un placer único que les ayuda a crecer y comparten contigo.
Mucho más que simples historias
El libro empieza, desarrolla ideas y... acaba. Esa secuencia (inicio, desarrollo y final) permite a los pequeños ordenar su pensamiento. Además, sus idas y venidas entre el mundo real y el imaginario influyen en la construcción de su personalidad. "Sin los juegos que solicita la imaginación, el bebé no podría acceder al lenguaje ni a la vida emocional", afirma Marie Bonnafé en su ensayo Los libros son buenos para los bebés.
Otro aspecto interesante de las historias que cuentan los libros, en especial los cuentos de hadas, es que no son simples relatos de las aventuras de algunos personajes. Son historias que permiten al pequeño comprender, de manera concreta y entretenida, la rivalidad entre hermanos, el miedo a ser abandonado, la injusticia, la violencia y muchas otras ideas y sentimientos.
La lectura también es un momento para compartir. Constituye una manera de crear vínculos que van más allá de la palabra. ¿Qué pasa si el pequeñín no comprende todo? No importa. Las palabras atractivas que escucha, las imágenes que observa y los materiales que toca provocan emociones que tu hijo compartirá contigo.
Cuentos para soñar
La noche es un momento ideal para leer cuentos. Para algunos pequeños, escuchar un cuento antes de dormir constituye una especie de ritual sagrado al que los padres no se pueden negar. Si tu hijo se aferra tanto a ese momento, es porque lo comparte contigo, viven una historia juntos y eso lo llena de alegría.
El cuento de antes de ir a dormir también le permite enfrentarse a la noche con serenidad. La razón por la que te pide que leas el mismo cuento noche tras noche es que la repetición de las mismas palabras lo tranquilizan y lo relajan.
No olvides que el diálogo también es importante. Comenten la historia, los personajes, los escenarios y compartan sus emociones. Además, podrían inventar alguna variante que será su propio cuento.
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