
Preparación para la lactancia: guía completa para mamás primerizas
Descubre cómo prepararte para la lactancia materna con esta guía completa.
La naturaleza es sabia. Desde el inicio del embarazo, tu cuerpo se prepara para la lactancia: almacena grasas y los pechos van adquiriendo volumen. Pero, ¿tú ya estás preparada para vivir esta aventura?
La leche materna: el mejor alimento para el bebé
La lactancia es la mejor opción alimenticia para tu bebé, ya que la leche materna está perfectamente adaptada a sus necesidades. Tanto es así que la OMS y la UNICEF recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los 6 primeros meses del bebé. ¿Por qué?
- La leche materna aporta al bebé todos los nutrientes que requiere, en su justa medida: proteínas fáciles de asimilar y lípidos (entre ellos omega 3 y omega 6).
- Además, su composición evoluciona cada semana, adaptándose a las necesidades del bebé.
- Tiene un riesgo de alergia mucho menor.
- Proporciona los anticuerpos que el sistema inmunitario del bebé necesita.
- A través de la leche, la madre le transmite sabores a su hijo.
- La lactancia provoca una secreción de endorfinas (conocidas como "hormonas de la felicidad"), tanto en la madre como en el bebé.
Infórmate cuanto antes
Es normal que tengas preguntas sobre la lactancia materna. Por ello, no dudes en comentarlas a tu médico. También hay una gran variedad de libros, sitios web y foros dedicados al tema: ¡aprovéchalos! De este modo irás despejando tus dudas e inquietudes.
El cuidado de los pechos
Prepararte físicamente para dar el pecho implica cuidar tu alimentación y, sobre todo, dejar que la naturaleza actúe. Ten en cuenta que tu cuerpo acumulará reservas de grasas en las caderas y los pechos a fin de mantener la calidad adecuada de tu leche.
Por ello, tus pechos adquirirán volumen y, a partir del segundo trimestre, empezarán a secretar el calostro con el que alimentarás al bebé en las primeras horas.
Tu deber es comer variado y equilibrado para enriquecer tu leche, así como cuidar tus pechos. Para esto, escoge un sujetador apropiado que no los comprima y cambia de talla a medida que vayan creciendo.
De igual manera, sigue cuidados de belleza, en especial cremas para prevenir las estrías, masajes para reforzar su tonicidad, entre otras opciones.
La primera toma y las siguientes
Cuando nazca el bebé, confía en tu instinto. El primer encuentro, su reflejo de succión, el contacto piel con piel. Todo esto será tan natural que tus dudas se despejarán en un instante. Además, no estarás sola cuando este momento llegue: las enfermeras del hospital estarán contigo para aconsejarte y enseñarte las mejores posturas para dar el pecho. De vuelta a casa, podrás mantenerte en contacto con tu médico o comunicarte con diferentes asociaciones de promoción de la lactancia materna.
Prepararse para dar el pecho durante la lactancia materna
Mientras cuentas con emoción las semanas y los días para tener a tu pequeño en brazos, tal vez sientas que lo único que haces es esperar.
Pero este tiempo es una gran oportunidad para aprender sobre la lactancia materna para que, cuando llegue el gran día, te sientas lista y segura para dar el pecho a tu bebé y darle el mejor comienzo en la vida.
La lactancia materna tiene numerosos beneficios, tanto para ti como para el bebé, pero tal vez el más importante sea su salud. La leche materna te ayuda a protegerlo de enfermedades durante la infancia y en etapas posteriores.
Los "superpoderes" de la leche materna
La leche materna combate problemas como:
- Diarrea
- Infecciones de oído
- Infecciones respiratorias
- Alergias
Dar el pecho también contribuye a reducir los riesgos de que tu bebé pueda padecer los siguientes problemas de salud cuando sea mayor:
- Obesidad
- Diabetes
- Enfermedades cardiacas
- Hipertensión
Esenciales sobre lactancia que facilitarán el proceso
Aquí hay una lista de consejos para amamantar por primera vez que te ayudará a prepararte:
- Compra crema para los pezones. Te ayudará con la sensibilidad de las primeras tomas.
- Abastécete de almohadillas para la lactancia. Prepárate para comprar al mayor.
- Compra varios brasieres para amamantar.
- Compra corpiños o tops para amamantar que faciliten la alimentación del bebé.
- Considera abastecerte de coles. Aparentemente, ponerse hojas frescas de col en los senos puede ayudar a aliviar la sensibilidad.
- Habla con amigas y familiares que hayan amamantado antes para que te aconsejen.
- Considera tomar una clase prenatal sobre lactancia.
- Averigua quiénes son los expertos locales de lactancia o cuáles son los servicios de apoyo.
- Investiga cuáles son los mejores alimentos para consumir mientras amamantas.
- Busca snacks saludables que mantengan tu energía mientras estás lactando.
- Toma un suplemento diario que contenga 10 mcg de vitamina D.
- Reduce el consumo de cafeína si es necesario, el límite recomendado es de 200-300 mg al día.
- Bebe mucha agua.
- Considera comprar una bomba de lactancia para que otras personas puedan ayudarte a alimentar a tu bebé.
- Compra un cojín para amamantar y lograr que la alimentación sea más cómoda.
- Compra trapos para eructar (a veces llamados muselinas). La lactancia bajo demanda puede provocar muchos eructos.
Adquirir las posturas correctas
Dar el pecho al bebé requiere ciertos conocimientos "técnicos". Una buena postura del bebé mejorará la calidad de la succión y, por consiguiente, la producción de leche.
Asimismo, aumentará la comodidad de la madre, y le evitará dolores de espalda y de pezones. Este proceso de aprendizaje es muy simple y dura solo unos días. Luego, la felicidad es completa.
Cómo dar el pecho a tu bebé
Justo antes de iniciar la toma, la postura más clásica es la denominada postura de la "Madona". Sitúa a tu bebé de cara a ti, con su barriga contra la tuya. Si le das el pecho izquierdo, sostén al niño con el antebrazo izquierdo bajo la espalda y la mano bajo las nalgas.
El codo izquierdo debe situarse sobre el brazo de la silla o sobre una almohada o cojín, de modo que esté cómodamente apoyado. Con la mano derecha, agárrate el pecho izquierdo e introdúcelo en la boca al bebé. Si su mentón toca tu pecho y su nariz reposa sobre tu pezón, ¡lo has conseguido!
La postura del "balón de rugby" se emplea durante los primeros meses, especialmente por las noches o tras un parto complicado. Coloca al bebé boca arriba sobre tu costado a la altura de la cintura y sujétalo con el brazo.
Para dar el pecho en la cama, acuéstate sobre el costado con el niño de cara a ti, también de lado, y con la boca a la altura del pezón.
¿Qué hacer cuando hay gemelos para amamantar?
¿Al mismo tiempo o alternando? No existe ninguna regla establecida. Tú debes decidir qué solución se adapta mejor a ti y a tus hijos. Si a un bebé le cuesta tomar el pecho o si deseas mantener una relación privilegiada con cada uno, lo más apropiado son las tomas por turnos.
La lactancia simultánea resulta muy práctica ya que los bebés suelen tener hambre al mismo tiempo.
Dar el pecho provoca sed, así que asegúrate de tener agua a mano. Si bien puede haber desafíos, los beneficios de la lactancia materna son inmensos tanto para ti como para tu bebé. No olvides que cada toma es una oportunidad para crear un vínculo especial y disfrutar de un momento de armonía. ¡Vive esta experiencia con confianza y amor!