Opciones de cuidado infantil: nana vs. guardería, ¿o algo más?
En cuanto a las opciones de cuidado infantil, te puede abrumar la variedad y cada una tiene sus pros y contras. Facilita tu elección con nuestra guía práctica.
¿Te está costando encontrar y quedarte con una solución de cuidado infantil? No estás sola. Hay muchos factores que probar y equilibrar, desde el costo, la flexibilidad, el lugar y el tamaño del grupo para la edad de tu hijo. Por lo tanto, no es ninguna sorpresa que tan solo el 52 % de los padres a nivel mundial creen que es fácil encontrar una que satisfaga sus necesidades y deseos.
No importa si intentas decidir entre una nana o una guardería, otra opción como algún familiar o incluso una combinación de opciones de cuidado infantil, utiliza nuestra guía sencilla para que sepas cómo elegir la mejor para tu familia.
1. Cuidado infantil en tu casa: nana, au pair, niñera, ayudante de madres o ayuda familiar
Si te gusta la idea de que mientras trabajas tu hijo esté solo en tu casa con la persona encargada de su cuidado, hay más de una opción que tan solo la de nana vs. guardería. Hay nanas, au pair, niñeras o ayudantes de madres. Es probable que las nanas sean las más calificadas y tengan la mayor experiencia, pero también son la opción más cara.
Pueden vivir dentro o fuera de la casa e incluso pueden realizar más labores del hogar. Si necesitas algo menos formal, pero puedes recibir a alguien que viva contigo, prueba con una au pair: gente de otros países que brinda cuidado infantil en casa a cambio de un espacio, una pensión completa y un pequeño sueldo.
Si no es lo tuyo tener ayuda que viva contigo, las niñeras pueden cuidar a tus hijos en tu casa mientras trabajas ahí o en otro lado. Y los ayudantes de madres también pueden brindar atención infantil en tu casa, pero suelen tener menos experiencia y ser más jóvenes que las niñeras, así que también tendrías que estar en casa.
Si tienes familia que tenga muchas ganas de ayudarte con el cuidado de tus hijos, tal vez puedes considerarla para que también lo haga desde tu casa. En cualquiera de estos escenarios, es probable que tengas más control y flexibilidad con el cuidado de tu hijo y tu bebé tendrá atención uno a uno con la conveniencia y la comodidad de quedarse en casa.
Sin embargo, también puede haber altos costos y otras consideraciones, como proporcionar alimento a la persona, además de que —fuera de las actividades organizadas— tu hijo no socializará con otros niños.
2. Cuidado infantil en casa de alguien más: niñeras, guardería familiar y ayuda familiar
Para un entorno hogareño y un cuidado infantil en un grupo pequeño, o uno a uno, hay algunas opciones. Algunas niñeras con gusto preferirán cuidar niños en su casa que en la tuya. Otra opción es encontrar una guardería en casa o un proveedor de guardería familiar.
En estos, un cuidador cuida a los niños en su casa, a veces con la ayuda de un asistente, normalmente a más de un niño, y a menudo atienden a niños de un rango de edad más amplio del de una guardería o un preescolar.
Claro está, los abuelos y los familiares también pueden cuidar a tu hijo desde su casa en vez de la tuya, según lo que sea más cómodo y conveniente para todos ustedes. Todas estas opciones pueden ser bastante flexibles y a veces ser menos caras que tener una nana o una niñera en la tuya, pero es probable que involucre dejar y recoger a tu hijo, así como cuidadores que posiblemente estén menos calificados que los de una guardería.
3. Alterna el cuidado infantil entre casas de familiares: nanas compartidas o intercambio de cuidado infantil
Si tan solo necesitas una nana de medio tiempo, quieres compartir el costo de contratar una nana y/o podrías conseguir un compañero de juego para tu hijo, entonces podrías compartir una nana con otra familia. Lo más común es que cuiden a todos los niños al mismo tiempo y entre ambas casas, aunque sin duda puedes adaptar tu plan de nana compartida según tus necesidades.
Esta opción puede ofrecerte mucha flexibilidad a ti y brindarle mucha atención personal a tu hijo, así como construir una red de apoyo parental por medio del vínculo con otra familia. Sin embargo, también es posible que se necesite una mayor gestión que con una nana o una guardería: por ejemplo, malabares de último minuto si un niño se enferma.
Asimismo, considera que tu casa se convertirá en una guardería para otro niño y a tu hijo lo cuidarán en otra parte junto con otro niño, así que tal vez debas tomar más precauciones o concesiones que si contrataras a una nana única para tu hijo.
Si reducir los costos es una prioridad y puedes ser bastante flexible, otra opción es hacer intercambios de cuidado infantil —o una cooperativa de niñeras— con otras familias. Por ejemplo, aceptas citas programadas o a la medida de otros padres a cambio de que hagan lo mismo. Además, esto podría ocurrir en tu casa o en la de ellos, según en qué hayan quedado.
Aunque esto es muy flexible y puede ser genial para construir una red de apoyo parental, recuerda que este tipo de cuidado infantil es bastante informal, así que es importante que conozcas y confíes en las otras familias, lo cual puede requerir tiempo y esfuerzo. Y tampoco lo olvides: ¡tendrás que cuidar niños para recibir lo mismo!
4. Guardería en el lugar de trabajo: en tu empresa o espacio de trabajo compartido
Si regresas a tu empleo, vale la pena saber qué condiciones ofrece la empresa a los padres para el cuidado infantil. Algunas organizaciones proporcionan guardería en el lugar de trabajo para los empleados, subsidiada o incluso gratuita.
Otras pueden ofrecer tarifas subsidiadas en una guardería local. Estas pueden dar los beneficios de una guardería formal y autorizada mientras te permiten sentirte más cerca física y psicológicamente de tu hijo (¡sin mencionar que podrías reducir tus viajes hacia y desde el trabajo!).
Incluso podría acercarte a algunos de tus colegas que son padres. Si eres trabajadora independiente o autónoma, explora las opciones en tus espacios de trabajo compartido.
Algunos pueden ofrecer opciones de cuidado infantil para sus miembros, desde cafeterías con una zona de juegos supervisada hasta guarderías autorizadas contratadas o por el tiempo que las uses.
5. Centros de cuidado infantil para dejar a tu hijo: guarderías y grupos preescolares
Si te gusta la idea de tener más oportunidades para socializar a tu hijo usualmente en más lugares que una guardería en casa o prefieres la estructura y la atención más experimentada de un sitio más formal de cuidado infantil, entonces una guardería podría ser tu mejor apuesta.
En algunos lugares se conocen como jardín de infancia o programa preescolar (para niños un poco mayores). Puede haber una inmensa cantidad de variedad entre ellas, así que debes hacer tu investigación; para más ayuda con esto, lee nuestra guía para Elegir un jardín de infancia.
Aunque suele ser significativamente menor que el costo de contratar una nana, pueden compararse o ser más caros que algunas de las otras alternativas mencionadas arriba. Ofrecen la conveniencia de un sistema centralizado con un equipo de personal de apoyo más grande, pero, por otro lado, suelen operar entre horarios fijos, así que pueden ser menos flexibles que un arreglo más personal.
Recuerda, cuando pienses en opciones de cuidado infantil, no hay una para todos. ¡Lo importante es que funcione para ti y las necesidades de tu familia!
Fuentes:
The Parenting Index, First Edition 2021, theparentingindex.com
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