¿Qué es la crianza compartida? Más 8 consejos para ser una experta
¿Te preguntas qué significa y cómo se hace una crianza compartida? Facilítate aceptar y trabajar en una sociedad parental con nuestros sencillos consejos.
¿Qué es la crianza compartida y cómo empezar a manejarla con éxito? Ya sea que estés separada, divorciada o quieras criar un hijo fuera de un arreglo parental tradicional, puedes buscar maneras de compartir las responsabilidades parentales con alguien con quien no tengas una relación íntima.
Ahí entra la crianza compartida: todo lo que hagas para que funcione ayudará al bienestar de tu hijo ahora y en el futuro. Sigue nuestra guía práctica para saber qué implica y recibe consejos —desde aceptar los principios básicos hasta usar una aplicación de crianza compartida— para saber cómo realizar una crianza compartida.
1. Nuestra definición de crianza compartida
Si buscas “crianza compartida” en un diccionario o “qué es la crianza compartida” en línea, tal vez encuentres que se define como los padres divorciados o separados que comparten el cuidado y la custodia de su hijo por igual.
Sin embargo, en la actualidad, la definición de crianza compartida se ha expandido hasta incluir distintos tipos de arreglos parentales y estructuras familiares, como la crianza compartida por elección o cuando los padres dependen de sus propios padres para que les ayuden.
En países como la India o Arabia Saudita, donde es común que los hogares incluyan a los abuelos o que vivan parientes cerca, otros familiares pueden tener un papel clave en la crianza del niño, aunque no tengan el título oficial de “co-padre”. Los arreglos de crianza compartida tal vez no siempre son equitativos, pero el tema común es que los co-padres se enfocan en el bienestar del niño en vez de en la relación entre ellos y, tanto como se pueda, se esfuerzan porque haya pocos conflictos y mucha cooperación.
2. Pon a tu hijo en el centro de tu plan de crianza compartida
Cuando se trata de consejos esenciales de crianza compartida, lo primero es reconocer el derecho de tu hijo a tener acceso al cuidado de ambos (o más) padres, sin importar la relación que tengas con tu co-padre. Este principio rector puede servir para calmar tensiones y evitar disputas, así como ayudar a combinar la toma de decisiones con la resolución de problemas.
Comenzar con las necesidades y el bienestar de tu hijo como el objetivo en común es la ruta hacia resoluciones más tranquilas, menos conflictos y un plan de crianza compartida más saludable, ya sea planeando cuántas noches pasará tu hijo con cada padre, decidiendo si lo mejor para tu hijo es tener una o más de una casa (a veces llamado “anidamiento” o “crianza compartida de anidamiento”) o eligiendo la guardería o las escuelas.
3. La cooperación es clave
Aunque no tengas una relación íntima con tu(s) co-padre(s), sin duda estás en una relación. Y para trabajar como equipo debes cooperar lo mejor posible. Esto puede ser bastante sencillo si son co-padres por elección y negociaron una gran parte de su plan de crianza compartida antes de que naciera o fuera concebido tu bebé.
Por otro lado, podría ser especialmente complicado si estás atravesando una separación o un divorcio, has pasado por algo similar hace poco o si hay problemas con la nueva pareja de tu co-padre.
Por más difícil que sea, uno de los mejores consejos para la crianza compartida es intentar dejar de lado las diferencias personales, trata a tu co-padre con al menos el mismo nivel de respeto que le tendrías a tu socio en un negocio y enfócate en el objetivo: el bienestar de tu hijo.
4. Busca constancia
Los niños se desarrollan bien con rutinas y constancia, así que haz lo posible por dárselas mientras aceptas que habrá variaciones entre las distintas casas y los distintos padres.
Seguir horarios y estrategias similares para la crianza servirá para que tu hijo se sienta seguro con cualquiera de los padres con el que esté.
Asimismo, si son constantes en su cooperación, comunicación y empatía como co-padres, modelarán lecciones importantes para cuando su hijo deba enfrentar situaciones y personas complicadas en su vida, sin mencionar que le demostrarán que es posible tener una familia amorosa con padres que tienen vidas separadas.
5. Prioriza la buena organización y comunicación
La vida en distintas casas aumenta la probabilidad del caos como no llegar a citas u olvidar tareas. Y, por supuesto, también querrás saber qué pasa con tu hijo cuando no estás con él. Por lo tanto, encuentra la manera de que la comunicación y la organización sean lo más fluidas y sencillas que se puedan.
Si no quieres hacer malabares con correos electrónicos, mensajes de texto y calendarios, una buena aplicación de crianza compartida podría ayudarte. Muchas combinan funciones como un calendario familiar compartido, listas de pendientes, registro de gastos y un diario. También tendrás que decidir cómo se comunicará tu hijo con su(s) otro(s) padre(s) cuando tu pequeño esté contigo.
Prueba permitiendo llamadas telefónicas y mensajes a horas razonables y dentro de condiciones justos y límites de tiempo. Asimismo, siempre sé respetuosa con los límites de tu co-padre cuando se comunique con tu hijo: es importante que los dejes disfrutar su tiempo juntos. Y por último, nunca dejes que tu hijo sea el mediador de los mensajes entre los dos.
No solo es probable que haya un problema de traducción del mensaje, sino que también estás colocando a tu hijo en una posición injusta, ¡porque podría recibir la desaprobación de alguno de los padres cuando se le da un mensaje o él lo entrega!
6. Prepárate para ceder
Ceder es importante en cualquier relación exitosa y sucede lo mismo con una de crianza compartida. Justo como si estuvieras practicando una crianza equitativa en la misma casa tendrás que aceptar las diferencias en la forma en la que cada uno piensa la crianza.
Siempre que seas consistente en la mayor parte de tu enfoque, tu hijo debería estar bien. También recuerda que tus necesidades individuales y familiares pueden cambiar de vez en cuando. Así que, sin importar cuál sea tu plan de crianza compartida, intenta que no sea demasiado rígido y prepárate para modificarlo a veces.
Si tu co-padre e hijo quieren hacer algo juntos en un día que suele ser para ti —por ejemplo, el cumpleaños de uno de los co-padres—, pregúntate si en realidad todo el mundo se beneficia más siguiendo el plan o si ajustar el calendario sería lo mejor.
7. Practica la empatía con tu co-padre e hijo
Intenta ponerte en los zapatos de tu co-padre e hijo. Tal vez tengan problemas para ajustarse a una nueva estructura o rutina familiar o tal vez les cueste enfrentar sus emociones.
Puede ser que sufran más presiones en el trabajo o la escuela o quizá solo les cueste hacerles frente a las presiones que tiene una familia que vive en diferentes hogares. Es probable que se extrañen mucho. Permíteles expresar sus sentimientos y frustraciones y trátalos con la misma bondad y el mismo respeto con el que te gustaría que te trataran.
8. Si puedes, planeen pasar tiempo juntos
Si tienes una relación amigable con tu co-padre, a lo mejor podrías programar una comida compartida de forma regular o un paseo familiar o al menos compartir juntos durante periodos festivos y eventos importantes.
Al hacerlo se puede fortalecer su relación y tu hijo también tendrá recuerdos felices y un sentido de seguridad. ¡También significa que podrás disfrutar momentos en familia al mismo tiempo!
9. ¿Te está costando salir adelante? Prueba una terapia de crianza compartida
Recuerda, tu bienestar mental es una prioridad para ti y tu hijo y aprender cómo realizar una crianza compartida puede tomar tiempo y apoyo. Las terapias para las relaciones no son solo para parejas que se quedan en una relación; de hecho, muchos terapeutas trabajan a lo largo y mucho más allá de la separación.
Además, también hay muchos que se especializan en ayudar a la gente a negociar la crianza compartida, a menudo actuando como terapeuta, coach de crianza compartida y mediador, todos en uno.
Tener un espacio neutral y un terapeuta imparcial de crianza compartida que los ayude a sortear sus papeles como co-padres y resolver cualquier desacuerdo potencial puede ser invaluable para enfrentar emociones difíciles o considerar enfoques a los que tal vez no habrían llegado solos. Los co-padres por elección también podrían querer una terapia de crianza compartida como parte de la planeación previa y posterior al bebé.
Fuentes:
The Parenting Index, First Edition 2021, theparentingindex.com
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