Cuido mis pechos durante la lactancia
¡Todos los accesorios y secretos que me permitirán amamantar a mi hijo y mantener mis senos en buen estado!
Los bebés no necesitan ningún tipo de accesorio para lactar, ya que el pecho está siempre listo. Sin embargo, hay productos que pueden resultar muy útiles para cuidar el pecho y optimizar las tomas.
¡Un buen sostén para un pecho bonito!
Al contrario de lo que suele pensarse, la lactancia materna no necesariamente estropea los pechos. ¡Un pecho bien sujeto no pierde ninguno de sus atractivos! Para ello, es necesario que utilices sostenes que soporten el mayor volumen de tus pechos. Busca los modelos que disponen de un sistema de apertura por delante, así el bebé podrá acceder fácilmente al pecho sin necesidad de desvestirte demasiado.
Consejos de compra:
- Talla: si compras sostenes antes del parto, espera por lo menos hasta el 8º mes de embarazo para que tu pecho alcance su mayor volumen.
- Si lo compras después del parto y de la subida de la leche, sigue los consejos de la vendedora, quien te indicará la talla, la copa y el contorno adecuados para que el sostén sujete perfectamente tu pecho, no te comprima la espalda y no te deje marcas en la piel.
- Algunos modelos no tienen armazón, mientras que otros tienen uno flexible. Elige el que te resulte más cómodo.
- El algodón es suave tanto para tu piel como para la del bebé, es resistente y lavable a altas temperaturas para una mejor higiene. Hay también sostenes de microfibra, muy bonitos y funcionales. Elige el que más te convenga.
- Escoge tirantes grandes, sobre todo para pechos generosos que requieran un sustento particularmente eficaz.
- Busca un sistema de apertura de la copa que sea fácil de maniobrar. En el momento de dar el pecho, necesitarás una gran destreza para abrirte la copa del sujetador con una sola mano.
Algunos consejitos adicionales:
- Adquiere un sostén blanco y otro negro, de modo que resulten discretos bajo blusas del mismo color.
- Es posible que tengas que llevar el sostén día y noche, en especial al principio, por lo que es clave priorizar la comodidad.
- Existen modelos de sostén muy bonitos y atractivos. Aunque sirvan para facilitar la lactancia, no tienen por qué ser únicamente funcionales.
- Otras opciones son los corpiños de lactancia (con sostén integrado) y los sostenes de escote cruzado, ultracómodos y hacen maravillas bajo la ropa un poco ajustada.
¿Qué otros accesorios puedo necesitar?
Almohadillas
Estos discos suaves sirven para recoger el exceso de leche producido por tus pechos en las primeras semanas. Resultan muy útiles para evitar las aureolas en la ropa entre toma y toma. Cámbialas regularmente para no tener el pecho en un entorno húmedo, que propicie la aparición de grietas. Existen dos opciones: almohadillas desechables y almohadillas lavables. ¡Tenlas siempre a mano para mayor tranquilidad!
Conchas de lactancia
También se usan para evitar las pérdidas de leche entre toma y toma. Son más rígidas y gruesas que las almohadillas para estimular permanentemente el pecho. Si produces bastante leche, evita utilizarlas porque incrementará aún más esa producción y podrían provocar congestiones. No son recomendables en el caso de grietas en los pechos, ya que los pezones deben permanecer secos. Las conchas de lactancia tienen dos grandes ventajas: evitan el contacto directo entre el pezón y el sostén, lo que es ideal para las mujeres con pezones ultrasensibles y ayudan a las mujeres a la formación del pezón si los tienen poco formados e incluso planos (en esos casos, deben utilizarse en la recta final del embarazo, así que pide consejo a tu ginecólogo).
Pezoneras de silicona
Son pezones artificiales que ayudan a tu bebé si tiene dificultades para agarrarse naturalmente al pecho. También protegen los pezones si son muy sensibles. Sin embargo, su uso es controvertido. Aunque reducen el dolor en caso de pechos agrietados, si el bebé les coge el gusto puede no querer tomar el pecho de forma natural posteriormente, en consecuencia, la calidad de su succión (y, por tanto, de su alimentación) se verá afectada. Debe utilizarse únicamente en casos puntuales.
Ropa que facilita la vida
La lactancia materna no está reñida con la coquetería. Para empezar, no descartes tus prendas favoritas (si tu generoso busto te permite llevarlas todavía) con el pretexto de que das el pecho. Las camisetas que se abren a la altura del pecho resultan muy prácticas. También las blusas con botones, especialmente para dar el pecho en público sin mostrar la barriga. Por lo general, busca ropa cómoda, fácil de lavar y suave al tacto.
Importante:
Existen cremas hidratantes y calmantes para pechos sensibles. Pide consejo a tu farmacéutico. El olor y el gusto de la crema no tienen por qué ser del agrado del bebé, así que no olvides pasarte un algodón húmedo por los pezones antes de cada toma.
Las toallitas de lactancia limpian los pezones sin maltratarlos. Resultan muy útiles cuando estás con el niño fuera de casa. De lo contrario, lo mejor es el agua.
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