¿Problemas para embarazarte? Cuándo ver al especialista en fertilidad
¿Por qué no puedo embarazarme? Si buscas tener un bebé desde hace tiempo, averigua cuándo ver a un especialista en fertilidad y qué esperar en nuestra guía.
¿Por qué no me puedo embarazar? Estás lista para empezar o hacer más grande tu familia, pero cada mes que pasa la prueba de embarazo sale negativa… esta puede ser una experiencia frustrante y a menudo dolorosa. Trata de no entrar en pánico, pero, si llevas tiempo intentándolo y te preguntas cuándo ver al especialista en fertilidad, lee nuestra guía práctica para saber cuándo comenzar a considerar un tratamiento de fertilidad y qué esperar.
Cuándo ver a un especialista en fertilidad puede depender de tu edad y estado de salud
Si eres una mujer de 35 años o menos y sana en términos generales, los doctores recomiendan que pruebes durante un año antes de buscar más asesoría de tu médico de cabecera. Las investigaciones muestran que el 84 % de las parejas concebirán a lo largo de un año de tener sexo sin protección cada dos o tres días.
Sin embargo, la fertilidad en las mujeres sí disminuye conforme envejecen, así que, si eres mayor de 36 años o crees tener problemas con tu fertilidad, tal vez lo mejor sea que hables con alguien pronto. Si tienes una pareja, siempre es buena idea considerar si deben ver a un especialista en fertilidad y visitarlo como equipo.
No solo porque será mejor prepararte para lo que viene en su viaje juntos hacia la fertilidad, sino también porque uno o ambos puede tener problemas de fertilidad.
Tu primera consulta de fertilidad
Tal vez platiques primero con tu profesional de la salud y le preguntes: “¿Por qué no puedo embarazarme?”. También puedes ponerte en contacto directo con una clínica de fertilidad. No importa la ruta que tomes (asesoría o un tratamiento potencial de fertilidad), tendrás una evaluación inicial para explorar posibles razones para explicar por qué no puedes embarazarte.
En esta es probable que se cubran los siguientes temas: ¿has estado embarazada o has tenido interrupciones del embarazo?, ¿cuánto tiempo has intentado tener un bebé?, frecuencia del sexo sin protección, métodos anticonceptivos, historial médico, medicamentos, dieta, estilo de vida e IMC (Índice de Masa Corporal).
Tal vez te aconsejen cambios en tu estilo de vida que puedes realizar para mejorar tu fertilidad. Lee nuestros consejos para intentar concebir para saber más.
Pruebas para problemas de fertilidad
Después de tu primera consulta de fertilidad, el siguiente paso es investigar a mayor profundidad las posibles causas para saber por qué no puedes embarazarte. Tal vez te realicen un examen físico y te refieran para pruebas de fertilidad que incluyen —si eres mujer— pruebas de sangre para ver niveles de hormonas y ultrasonidos para revisar tus ovarios y trompas de Falopio, o análisis de semen si eres hombre.
Debido a que algunas de estas pruebas pueden tardar algún tiempo y requerir que vayas ciertos días de tu ciclo menstrual, es mejor estar preparada y buscar asesoría sobre fertilidad con tiempo.
Comprender y manejar un diagnóstico de infertilidad
Si has intentado concebir durante un año o más sin éxito, tú y/o tu pareja pueden ser diagnosticados como infértiles. Esto podría ser el resultado de una causa conocida como una ovulación irregular, trompas de Falopio dañadas o bloqueadas, endometriosis o una baja calidad del esperma.
Sin embargo, en el 25 % de los casos, la razón de la infertilidad es desconocida, un fenómeno conocido como infertilidad inexplicada, lo cual puede ser increíblemente frustrante. Lee nuestra guía sobre cómo manejar la infertilidad para saber más sobre este tema.
Por más devastadores que puedan ser los problemas de fertilidad, intenta animarte. Es posible tratar del 85 al 90% de los casos de infertilidad con terapias médicas como tratamiento con fármacos o cirugía.
Explorar soluciones de fertilidad y someterte a un tratamiento
Tu especialista en fertilidad podrá guiarte según tu situación y tus necesidades específicas, y te ayudará a decidir cuáles soluciones de fertilidad pueden ser las mejores. Entre estas podría estar la medicación, una cirugía, técnicas de concepción asistida como la FIV (fecundación in vitro) y la IIU (inseminación intrauterina) o una combinación de tratamientos. Un tratamiento de fertilidad puede ser un viaje largo que te puede agotar física y emocionalmente.
También puede ser caro, según dónde recibas el tratamiento. Obtener el apoyo de tus familiares, amigos, tu lugar de trabajo, grupos de ayuda y tu equipo de fertilidad te pueden ayudar a superarlo. Tampoco olvides cuidarte más siguiendo una dieta y un estilo de vida saludables: esto te ayudará a ponerte en el mejor lugar a nivel físico y mental para concebir y estar embarazada de un bebé.
Rutas alternativas para convertirte en madre
Por supuesto, según tu diagnóstico, cómo te sientas en torno a someterte a un tratamiento de fertilidad y las posibles consecuencias emocionales y económicas de hacerlo, tal vez también consideres otras formas de comenzar una familia.
Esto puede implicar pensar en la donación de óvulos y esperma, la gestación subrogada (en la que una madre sustituta lleva el embarazo) o la adopción. O tal vez no quieres pensar en ninguna de estas opciones.
Sin importar que decidas, el apoyo que recibas será una ayuda valiosa para que puedas sortear los siguientes pasos para ti y tu familia.
Referencias
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