Las comidas en familia son importantes
¿Sabías que...? Ser un buen modelo a seguir es la forma más eficaz de hacer que tu hijo pruebe nuevos alimentos
Sentarse en familia a compartir la comida es uno de los placeres de la vida más sencillos. Es una oportunidad para que tu pequeño aprenda que las comidas pueden ser experiencias compartidas maravillosas, llenas de conversaciones y risas. Y los beneficios no terminan ahí. Las comidas en familia son fundamentales para que tu hijo se acostumbre a diversos alimentos nutritivos. Con el resto de la familia como modelos a seguir, se animará a probar y disfrutar de las mismas comidas saludables y equilibradas que estáis comiendo. Aunque tener un niño pequeño en la mesa a veces puede suponer un reto, disfrutar de las comidas juntos ayuda a las familias a conectarse y también puede enseñar a los niños hábitos alimenticios saludables para toda la vida.
Siéntate en la mesa con tu pequeño
A medida que tu hijo se vuelve más independiente a la hora de comer, es un buen momento para continuar el hábito de comer en familia tan a menudo como sea posible. Intenta que las horas de las comidas sean regulares e involucra a tu hijo todo lo posible, por ejemplo, "poniendo" la mesa juntos. Para ello, simplemente haz que coloque su propia taza y sus cubiertos en la mesa. Participar regularmente en la preparación de las comidas ayudará a tu pequeño a acostumbrarse a la rutina.
Tu pequeño puede sentarse a la mesa contigo durante un tiempo limitado. Asegúrate de que esté sentado en una posición cómoda y que pueda ver al resto de la familia. Evita las pantallas y otras distracciones.
Al ofrecerle alimentos nutritivos en texturas adecuadas para su edad, haz lo posible por ser un modelo de alimentación saludable. Muestra cuánto disfrutas de los mismos alimentos que tu pequeño está comiendo, y entusiásmate por probar nuevos sabores.
Anímale a probar con cariño
Si tu pequeño no quiere probar nuevos alimentos, no dejes de ofrecérselos y animarlo a que lo haga, sin presionarlo. Un estudio reciente analizó la forma en que los padres instan o animan a sus hijos pequeños a probar un nuevo alimento. Los resultados sugieren que las palabras de ánimo, cuando se usan con moderación, pueden ayudar a introducir nuevos alimentos en la dieta de los niños pequeños. "En promedio, se necesitan alrededor de 2,5 actos de animarle a probar antes de que un niño pruebe un nuevo alimento, así que unos pocos intentos definitivamente valen la pena", afirma la Dra. Lisa Fries, especialista en comportamiento alimenticio en Nestlé Research en Suiza. "El estudio también ha demostrado que existe un mayor consumo de verduras entre los niños cuyos padres usaban palabras de ánimo en vez de recompensas o presiones indebidas. Las palabras de ánimo incluían explicaciones de por qué el niño debía probar la comida, sus beneficios para la salud ('te hará grande y fuerte') o comparaciones con otros alimentos conocidos ('es como una gran pasa')".
Efecto sobre el peso
Los estudios han demostrado que los niños que participan en las comidas familiares tienen menos probabilidades de tener sobrepeso. Puede requerir planificación, paciencia y perseverancia, pero las recompensas de su crecimiento saludable valen la pena. La práctica de una alimentación consciente, es decir, creando un ambiente cálido y positivo para las comidas en familia, prestando atención a las señales de hambre y saciedad de tu pequeño y dando ejemplo cuando se trata de elegir alimentos variados y nutritivos, también ayudará a tu peque a desarrollar una alimentación saludable e independiente.
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